jueves, 25 de diciembre de 2008

Higiene y salud

Para cualquier cetrero, las condiciones higiénico-sanitarias de sus aves han de ser una parte fundamental a controlar, si no quiere toparse con desagradables sorpresas y trata de tener a sus aves en las mejores condiciones para ejercer la caza con ellas.

Por este motivo, sobre todo en épocas de largos periodos de inactividad como la muda, es conveniente controlar en lo máximo posible las instalaciones y el entorno en el que el ave se desenvuelve diariamente.

Debemos tener en cuenta que las épocas de mayor riesgo para nuestras aves son precisamente los cambios de actividad a inactividad y viceversa.

El agua es una parte fundamental a controlar, ha de ser siempre potable y debemos cambiarla muy a menudo, evitar en la medida de lo posible que se contamine con las deposiciones del ave, restos de comida, plumas, etc.; cierto es que nuestras aves no beben demasiado y más bien la usan para bañarse, pero un agua contaminada puede ser modo de transmisión de enfermedades a nuestras aves, simplemente con un ave que moja sus garras y acto seguido va a comer, todos los microorganismos que estaban en el agua pasan directamente a su aparato digestivo, no hace falta ni tan siquiera que beba de ella. Por eso, los baños han de ser materiales fácilmente limpiables y lo menos rugosos posible.

En las instalaciones, algo que debemos tener en cuenta siempre es la limpieza exhaustiva, la mejor solución para evitar problemas, en todas y cada una de aquellas partes que sean susceptibles de crearlos, desde el simple suelo hasta los posaderos, sobre todo en una zona muy húmeda como es Galicia uno de los problemas con los que podemos topar si no tenemos las precauciones necesarias es el de la Aspergilosis, las esporas de este hongo se encuentran de forma natural en el medio ambiente (no es difícil encontrarlo en montones de estiércol o materia orgánica vegetal en descomposición) y se reproduce con gran facilidad en ambientes húmedos y con un medio orgánico rico en nutrientes, de ahí la importancia de suelos siempre limpios y con sistemas que eviten la proliferación de hongos, evitando en la medida de lo posible las grandes acumulaciones de defecaciones, así como cualquier tipo de hierba seca, paja, etc. que sea susceptible de humedecerse y convertirse en caldo de cultivo del hongo.

Otro de los puntos a tener en cuenta, son los posaderos, estos a ser posible deberán ser de césped artificial, ya que al contrario de la madera, este es un material que no favorece la proliferación de bacterias y otros organismos nocivos para la salud de nuestras aves, asimismo es interesante que las aves no coman habitualmente sobre ellos, puesto que estaríamos creando un caldo de cultivo ideal con los restos de comida que se depositarían ahí, la costumbre de algunos cetreros de dar de comer a sus aves en sus alcàndaras o bancos, es algo que debemos desterrar ya que a la larga, nos creará problemas con la salud de los pájaros, dado que estarán con sus manos asentados sobre verdaderas colonias de enemigos potenciales, a la espera de la mas mínima herida por donde entrar al organismo de nuestra ave.

Las medidas preventivas como la limpieza y desinfección periódicas de bancos y alcándaras nos garantizarán las condiciones higiénico-sanitarias de nuestras instalaciones.

Algunos endoparásitos como los coccidios pasan una fase donde sus huevos permanecen adosados a los tallos de la hierba, por esta razón es interesante que nuestras aves tampoco se alimenten encima de ella y también es importante rotar a nuestras aves en el jardín, cambiándolas de sitio a menudo y evitando zonas donde haya estado un ave enferma. Cambiando periódicamente la ubicación de los bancos en el jardín también conseguiremos evitar la autorreinfestacciòn de un ave que haya estado parasitada por coccidios.

Siguiendo con las buenas costumbres, algo importantísimo para la buena salud de nuestros amigos alados es la alimentación, sin entrar en los aspectos nutricionales, podemos crear unas rutinas que nos ayuden a mejorarla en la medida de lo posible . Para la conservación de los alimentos, podemos recurrir a la refrigeración o a la congelación de los mismos, si bien la refrigeración tiene grandes ventajas a la hora de mantener todas las propiedades de los alimentos, no podemos mantenerlos mas allá de unos días con este sistema, por eso muchos de nosotros recurrimos a la congelación, pero con ella debemos tomar algunas precauciones; si nos decantamos por el método de alimentar a nuestras aves con productos congelados, debemos adquirirlos ya en este estado y no congelarlos nosotros en el congelador de casa, puesto que el sistema de estos es de conservación y no ofrece buena calidad a la hora de congelar los alimentos.

Sobre todo debemos tener mucho cuidado a la hora de la descongelación, muchos cetreros acostumbran a descongelar los alimentos en agua caliente y otros acostumbran a simplemente dejar que se descongelen lentamente en cualquier zona, esto debemos evitarlo a toda costa, lo ideal será realizar una descongelación lenta en el frigorífico de casa, sacando del congelador lo que usemos el día siguiente y depositándolo en el frigorífico; con ello conseguiremos la no proliferación de bacterias en la comida que al haber sufrido un proceso de congelación es más propensa a ello. También debemos tener en cuenta que una vez descongelada, no podremos volver a congelarla y debemos rechazar los sobrantes.

La mejor regla para los alimentos congelados es congelación rápida a bajas temperaturas y descongelación lenta en el frigorífico.


Cetreria Lance "Arte & Practica"
www.cetrerialancearteypractica.blogspot.com

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